El euríbor se ha convertido en una esperada ‘paga extra’ para los millones de hipotecados a tipo variable. Los más de 1.500 euros al año que se ahorrarán de media quienes vean actualizarse sus préstamos próximamente suponen un importante balón de oxígeno para muchos hogares. Y lo más alentador es que las caídas del indicador hipotecario parecen no haber encontrado todavía su suelo: en noviembre vivió su octavo mes consecutivo a la baja, cerrando en el 2,506%, muy lejos del 4,022% en que se encontraba hace justo un año. Consuma así su mayor descenso interanual desde diciembre de 2009, hace casi 15 años, lo cual no solo lo coloca en la tasa más baja de los últimos dos años, sino también en la senda hacia nuevos abaratamientos de las cuotas.
Redacción