Los balcones solares se han convertido en la alternativa fácil y barata para producir energía en los pisos, salvando así las barreras técnicas, económicas y burocráticas que supone una instalación de autoconsumo compartida por todos los vecinos. Vivir en un piso ya no es excusa para no ahorrar en la factura de la luz y participar en la transición energética. Tampoco ser inquilino, porque estos equipos se pueden trasladar de una vivienda a otra.
Redacción